sábado, 17 de marzo de 2012

Sevilla

Día nublado y gris que presagia algo de lluvia. Esa lluvia tan buena para el campo y para refrescar el ambiente. Esa lluvia mojada que no moja, sino empapa. Lluvia esperada por tantos y luego odiada por muchos en Semana Santa. Necesaria pero molesta. Incomoda pero llevadera.
Ojala llueva todo lo que tenga que llover estos 15 días que quedan para que cuando la Estrella cruce el puente y se reencuentre con Sevilla, pueda penetrar la luz radiante del sol por sus bambalinas y reflejarse por sus plateados varales.
Son días de espera impaciente por disfrutar de esa semana santa tan nuestra para los sevillanos y tan sorprendente para los que no lo son.
son días de probarse túnicas de nazareno, de repartos de papeletas de sitio, que vale, son caras, pero se paga con mucho gusto sabiendo que en dos semanas acompañaras a tu virgen por las calles de Sevilla.
Son cosas que habrá gente que no entenderá pero que uno se siente orgulloso de vivir.
Gracias Sevilla por darme tantas cosas bonitas.


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